Cómo vender tu propiedad y prepararla para ello

Si alguna vez has considerado (o estás en ello) vender tu propiedad, es probable que has sentido algo como: «No está en buen estado, no está lista para venderse.»

Tal vez necesita reparaciones, la pintura está desgastada o no se ha renovado en años.

Entonces sigues aplazando la idea de vender tu propiedad, creyendo que necesitas dejarla perfecta antes de que alguien siquiera considere comprarla.

Pero al final siempre hay otros asuntos que interfieren y que retrasan esa supuesta “renovación” para adecuar el edificio.

Y va pasando el tiempo, pero el momento de dejarlo perfecto nunca llega.

Te da una pereza increíble pensar en el dinero que tendrías que invertir en dejarla impecable… y al final no lo haces.

Pero aquí está la verdad: 

No es necesario que tu propiedad esté perfecta para venderla.

La creencia de que tu propiedad debe estar impecable no solo es incorrecta, sino que también te podría estar costando tiempo y dinero.

La clave está en entender lo que realmente importa a los compradores potenciales, especialmente a los compradores profesionales, y dejar atrás la idea de que todo tiene que verse perfecto.

Vamos a desglosar lo que realmente es importante al vender tu propiedad.

1. No necesitas arreglar todo, solo lo esencial

Es una idea común pero equivocada creer que cada pequeño defecto en tu edificio debe solucionarse antes de ponerlo en el mercado.

Muchos propietarios creen que deben invertir miles en reparaciones y renovaciones para atraer compradores.

Aquí está el punto: 

Los compradores profesionales como nosotros sabemos que las propiedades, especialmente aquellas que han sido mantenidas durante años, tienen desgaste.

Lo esperamos.

Y no es algo que nos detenga a la hora de comprar una propiedad si es buena.

Lo que más importa son los aspectos básicos, como:

¿La propiedad es estructuralmente sólida?

¿Existen peligros de seguridad importantes, como cables expuestos o tuberías con fugas, que deben ser atendidos?

Estos son los tipos de problemas que deben ser prioritarios, ya que pueden afectar el valor y la seguridad del inmueble. Pero no te preocupes, esto no significa que debas hacer grandes inversiones en renovaciones estéticas o electrodomésticos nuevos.

Los buenos compradores pueden encargarse de solucionar la mayoría de los problemas después de la compra.

2. Logra una primera buena impresión con lo que tienes

Una de las mejores cosas que puedes hacer para preparar tu propiedad para la venta, sin gastar una fortuna, es ordenarla y limpiarla.

No necesitas renovar completamente tu edificio para que sea atractivo.

Una propiedad que esté limpia, organizada y presentable puede causar una impresión mucho mejor que una con electrodomésticos nuevos pero llena de distracciones visuales.

Se trata de presentar un “lienzo en blanco” para los posibles compradores.

Un espacio bien organizado les permite imaginar lo que pueden hacer con la propiedad después de comprarla.

No están comprando tu visión de un edificio perfecto, están comprando una propiedad que puedan transformar según sus necesidades.

Dedica tu energía y recursos a limpiar, organizar y arreglar solo los problemas más evidentes.

Te sorprendería lo mucho que puede cambiar la percepción con solo una presentación limpia y sencilla.

3. Los compradores reales ven más allá de los problemas superficiales

Hablemos de algo que muchos propietarios olvidan: 

Algunos compradores, especialmente los que compran por primera vez o aquellos que se dejan llevar por lo emocional, pueden obsesionarse con los pequeños detalles.

Pero los compradores profesionales no buscan un edificio perfectamente pulido.

Podemos ver más allá de los defectos cosméticos o problemas menores que podrían asustar a compradores menos experimentados.

Nos interesa más el potencial de la propiedad que si las paredes necesitan una capa nueva de pintura o el suelo está anticuado.

Es como valorar comprar un buen coche según si tiene un intermitente fundido o si necesita un cambio de aceite.

Nos interesa el valor de la propiedad, su ubicación y su potencial de retorno sobre la inversión.

Lo demás son detalles.

4. Los costes ocultos de las propiedades imperfectas

Muchos propietarios tienen el temor de que si no arreglan todos los problemas, tendrán que vender a un precio muy bajo.

Pero eso no es necesariamente cierto.

Aunque algunos problemas graves afectarán el precio de venta, como problemas estructurales serios o sistemas eléctricos obsoletos, la mayoría de los problemas cosméticos o reparaciones menores no determinarán el valor final, especialmente si estás vendiendo a un comprador profesional.

No necesitas gastar una fortuna arreglando cosas que no te darán un buen retorno de inversión.

En muchos casos, el coste de las reparaciones puede superar el posible aumento en el precio de venta, convirtiéndose en un mal negocio para ti.

Pero tampoco tienes ninguna garantía de que vayan a pagarte ese precio mayor que tienes en tu cabeza.

Sobre todo si ese precio no encaja con lo que hay en el mercado.

Los compradores profesionales están preparados para manejar esas reparaciones después de la compra y las tienen en cuenta al hacer la oferta.

Así que, antes de embarcarte en renovaciones costosas, hazte esta pregunta: 

¿Realmente esto marcará una diferencia significativa para el comprador?

5. La clave es la transparencia, no la perfección

Si tu propiedad no está en perfecto estado, lo peor que puedes hacer es intentar ocultar sus fallos.

Los compradores eventualmente los encontrarán, y eso podría complicar el proceso de venta.

En lugar de preocuparte por la perfección, enfócate en ser transparente sobre el estado de la propiedad. Los compradores aprecian la honestidad, especialmente los compradores experimentados que ya han visto de todo.

Ser franco sobre los problemas conocidos no solo hará que la venta sea más fluida, sino que también generará confianza con el comprador.

Sabemos en qué nos estamos metiendo y no esperamos un edificio impecable, solo una evaluación honesta de lo que necesita ser hecho.

En muchos casos, la transparencia puede llevar a una venta más rápida y sencilla porque todos saben qué esperar desde el principio.

Reflexión final…

Vende la propiedad que tienes, no la que desearías tener

La creencia de que tu propiedad no es lo suficientemente buena para vender es uno de los mayores obstáculos que te puedes poner a ti mismo.

La perfección no es el objetivo: el realismo lo es.

Entender lo que realmente importa, abordar lo básico y enfocarte en el panorama general te permitirá avanzar sin agotar tus recursos en actualizaciones innecesarias.

Y para eso, en Afflux Property, nos especializamos en comprar propiedades tal como están.

No esperamos perfección.

Vemos el valor en lo que tu propiedad puede llegar a ser y nos encargamos del resto.

Así que, si estás dudando en vender porque piensas que tu edificio no está a la altura, piénsalo de nuevo.

Puede que esté en el estado exacto que necesita para el comprador adecuado.

¿Te gustaría explorar juntos qué opciones tienes?

Hablemos y veamos cómo podemos ayudarte, sin ningún compromiso.

Solo una charla informal para saber en qué punto te encuentras y, si encaja, hacerte una valoración gratis de tu edificio para que tengas una idea exacta de cuál es el valor real que podrías obtener por él.

Si te interesa, envía el formulario de abajo y te respondemos lo antes posible: